Cardona es una mezcla de lo medieval y lo moderno. Sus dos rasgos distintivos principales son su increíble castillo del siglo IX y sus minas de sal, que se extrajeron en el siglo XIX. Una ciudad de contrastes ubicada a no más de una hora en coche de Barcelona que merece la pena visitar.
Cardona se corona con su increíble castillo, hoy abierto al público y transformado en el «Parador» nacional, una especie de hotel de lujo ubicado en un edificio histórico. Fue residencia de los Señores de Cardona y consta del castillo, la Torre Minyona, la Colegiata de Sant Vicenç, joya de la arquitectura románica catalana, y la fortaleza moderna.
La montaña y las minas de sal son otro punto culminante de esta ciudad ubicada en la región de Bages. Durante varios años, estas minas de sal fueron una de las más importantes del mundo. Con la visita al Parque Cultural Salt Mountain, podrá descubrir las antiguas instalaciones mineras, el centro de artesanía Art Sal y más de 500 metros de impresionantes galerías. En el salón Coral, por ejemplo, hay muchas estalactitas de sal y estalagmitas, y en la Capilla Sixtina, una impresionante bóveda de tonalidades ocre y rojizo.
Pero Cardona es mucho más. El centro histórico fue declarado bien cultural de interés nacional, el entorno cuenta con senderos encantadores y rutas naturales y, además, su tradición gastronómica y embutidos son de diez.
